Nunca ha sido fácil para Alexander Isak ceder o ceder. Con un contrato potencialmente récord en juego, el atacante del Newcastle está haciendo un esfuerzo incansable por fichar por el Liverpool.
El Liverpool no ha indicado ninguna intención de pagar los 150 millones de libras que pide, precio que las Urracas se niegan a ceder. Según informes, Isak se niega a jugar en el Newcastle, adoptando una actitud ruda que recuerda a su pasado, en un intento de agravar la situación. Isak dejó muy claro cuando dejó el Borussia Dortmund por la Real Sociedad que no volvería al Westfalenstadion, a pesar de que el Dortmund tenía una cláusula de recompra. Como declaró en 2020: “No tengo intención de volver allí”. “Lo único que puedo decir es que no tengo al Dortmund en mi futuro. No tengo planes de volver a mi ubicación actual porque me siento muy a gusto allí. Ahora mismo, la Real Sociedad es mi principal preocupación”.
Mientras busca mudarse de Tyneside a Merseyside, su deseo y tenacidad quedan demostrados una vez más con esa actitud inflexible. Isak era uno de los jóvenes talentos más prometedores de Europa cuando el Dortmund lo fichó del club sueco AIK en 2016, marcando el inicio de su ascenso.
Sin embargo, solo marcó un gol en 13 partidos durante su deslucida etapa en Alemania. Su carrera despegó de verdad tras su venta a la Real Sociedad en 2019 por la miseria de 5 millones de libras. Marcó 16 goles en todas las competiciones en su primera temporada y ayudó a la Real Sociedad a ganar la Copa del Rey, su primer gran título en más de tres décadas.
Surgieron rumores de un regreso al Dortmund, como estaba previsto. Se esperaba, pero Isak se mantuvo firme en su determinación de no volver jamás. Ahora, el Newcastle se enfrenta a la misma determinación inquebrantable, mientras el jugador de 25 años hace todo lo posible para planificar su traspaso.